Las pruebas que comprometen a Alejandro Sanz: así empezó la denuncia en su contra
Una fans aseguró que él la contactó a través de las redes sociales. El fanatismo y el trabajo la llevó a tener una relación con el cantante. Sin embargo, ella se cansó y contó el calvario que vivió.
El reconocido cantante español Alejandro Sanz volvió a estar en el centro de la controversia luego de que Ivete Playà, una joven catalana de 27 años, lo acusara públicamente de haber mantenido una relación íntima y manipuladora con ella desde que tenía 18. La denuncia fue realizada a través de un video publicado en redes sociales, que se viralizó rápidamente y generó un fuerte impacto mediático en España y América Latina.
Según relató Ivete, todo comenzó en 2015, cuando ella era una fan adolescente y Sanz, de entonces 49 años, comenzó a seguirla en Instagram. Con el tiempo, el contacto creció: el cantante le enviaba mensajes privados, comentaba sus publicaciones y, según su testimonio, incluso publicó contenido relacionado con ella en sus propias redes.
Una relación que, según ella, empezó como un sueño y terminó como una pesadilla
En su video de más de tres minutos, Playà afirmó que a los 22 años se mudó sola desde Barcelona a Madrid para trabajar con el equipo de Alejandro Sanz. Allí, según sus palabras, el vínculo pasó a ser íntimo y sexual. Sin embargo, lejos de tratarse de una historia romántica, lo que ella describe es un proceso de manipulación emocional, falta de límites y sufrimiento.
"Me siento engañada, utilizada, humillada. Me siento sucia. No sé quién pudo haber visto lo que yo le mandaba en mi más absoluta intimidad", expresó con visible angustia.
La joven también sugirió que su privacidad fue vulnerada: dijo que alguien espiaba las conversaciones que mantenía con el artista, y que todo el entorno de él estaba al tanto del vínculo, aunque nadie hizo nada para frenar la situación.
Acusaciones de maltrato emocional y advertencias públicas
Playà sostuvo que el artista ejercía un poder emocional sobre ella y que vivía en "una realidad paralela" en la que se sentía por encima del bien y del mal. En su relato, recordó una frase del propio Sanz en una entrevista con Vanity Fair, donde él dijo: "A veces me llevo a gente por delante". La joven interpretó esa frase como una admisión tácita de su accionar.
Las redes sociales son pruebas de la relación que había entre ambos.
"Alejandro Sanz me ha llevado por delante. Me ha dado miedo. Todo el mundo le consiente todo. Nadie se atreve a plantarle cara. Pero conmigo se equivocó, y ahora hablo yo", dijo con firmeza.
¿Qué pruebas presentó Ivete Playà?
En el video, Ivete mostró una fotografía en la que aparece con Sanz, supuestamente tomada durante uno de sus primeros encuentros. Aseguró que no firmó ningún acuerdo de confidencialidad, y por eso siente la responsabilidad moral de hablar y exponer lo que vivió.
"Ya no soy esa niña dispuesta a todo por estar cerca de él. La Ivete de hoy reconoce lo que es un vínculo sano, proporcional y recíproco. Y sabe identificar a quien utiliza el corazón de los demás para llenar su vacío interno."